&nbsp; Por: Dr. Ing. Agr. Javier Mart&iacute;n Echazarreta, Director del Centro Carnes INTI Foto: Banco de im&aacute;genes El bienestar animal es un estado de salud mental y f&iacute;sico en armon&iacute;a con el entorno o medio ambiente en el cual se encuentran los animales. Este aspecto es abordado tanto desde el punto de vista &eacute;tico como t&eacute;cnico, ya que la variaci&oacute;n provoca efectos directos sobre la calidad de la carne, en especial sobre la terneza y la vida &uacute;til del producto. Este factor ha tomado relevancia mundial en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, llevando a que la Organizaci&oacute;n Mundial de Sanidad Animal (OIE) junto a los servicios veterinarios de los diferentes pa&iacute;ses, tomen medidas para asegurar el cumplimiento de condiciones m&iacute;nimas en los diferentes momentos del crecimiento, desarrollo y faena de los animales. Durante los &uacute;ltimos a&ntilde;os, los diferentes eslabones de la cadena c&aacute;rnica han desarrollado medidas para mitigar el efecto de las actividades que generan estr&eacute;s en los animales y afectan su bienestar, como el arreo, transporte, embarque y desembarque. Actividades relacionadas con la condici&oacute;n pre-mortem de los animales, generando altos niveles de estr&eacute;s en el bovino y provocando p&eacute;rdidas econ&oacute;micas relacionadas con decomisos por contusiones de diferente grado, mortalidad animal, bajo rendimiento de la canal; adem&aacute;s de afectar las condiciones de la terneza en los animales. Las actividades pre-mortem incluyen la movilizaci&oacute;n y el transporte desde los establecimientos agropecuarios hasta la insensibilizaci&oacute;n en el proceso industrial. Durante este per&iacute;odo los animales son sometidos a factores desencadenantes de estr&eacute;s que incluyen: arreo del ganado y mezcla de categor&iacute;as que debiera ser evitada; contacto con personal extra&ntilde;o; transporte en camiones jaulas y distintos obst&aacute;culos como rampas, superficies resbaladizas, densidad de carga, movimiento, ruido y vibraci&oacute;n del veh&iacute;culo, restricci&oacute;n al alimento y el agua; cambios ambientales como temperatura, radiaci&oacute;n y humedad y la imposibilidad de descanso, entre otros. Estos factores desencadenan reacciones inevitables en el animal que se traducen en estr&eacute;s f&iacute;sico, fisiol&oacute;gico y psicol&oacute;gico, con su correlato e impacto en las caracter&iacute;sticas organol&eacute;pticas del producto y, en especial, en el atributo sensorial de terneza. <p style="text-align: center;"> En un animal sano y descansado, el nivel de gluc&oacute;geno muscular es 75 a 120 mmol/Kg, pero puede descender a valores cr&iacute;ticos de 45 - 57 mmol/Kg, con el impacto que esto pudiera ocasionar en la calidad de la carne, aunque en esta condici&oacute;n podr&iacute;a alcanzar un pH en la canal con un valor entre 5,6 y 5,8, el cual se considera como &oacute;ptimo para el proceso de maduraci&oacute;n de la carne. Se sugiere que cuanto menor estr&eacute;s reciba el animal previo a la faena y mantenga sus niveles &oacute;ptimos de gluc&oacute;geno, mejor ser&aacute; la calidad de la carne. Al momento de sacrificar al animal se interrumpe el suministro de sangre a los tejidos y, por lo tanto, de ox&iacute;geno y de nutrientes. El m&uacute;sculo intenta mantener el aporte de energ&iacute;a, activando las v&iacute;as anaerobias que son insuficientes para cubrir la demanda energ&eacute;tica, dando como resultado el consumo del gluc&oacute;geno muscular y la posterior acumulaci&oacute;n de &aacute;cido l&aacute;ctico en el espacio intra y extracelular que desencadenan el descenso de pH en la canal y aseguran las condiciones &oacute;ptimas del producto. Esta condici&oacute;n se debe a la p&eacute;rdida de la actividad enzim&aacute;tica por desnaturalizaci&oacute;n de las enzimas glucol&iacute;ticas, proceso que ocurre en el m&uacute;sculo bovino entre las 18 y 36 horas post-mortem. Se sugiere que cuanto menor estr&eacute;s reciba el animal previo a la faena y mantenga sus niveles &oacute;ptimos de gluc&oacute;geno, mejor ser&aacute; la calidad de la carne. El estr&eacute;s genera efectos adversos en las caracter&iacute;sticas de la canal en variables como el pH, color, textura y la capacidad de retenci&oacute;n de agua. El pH tambi&eacute;n afecta el color, la textura, el sabor, la capacidad de retenci&oacute;n del agua y la vida &uacute;til de la carne; siendo el color de la carne una de las m&aacute;s importantes caracter&iacute;sticas que orientan la decisi&oacute;n de compra de los consumidores junto con la terneza que brinda confianza sobre el producto, asegurando repetir la compra. La terneza es una caracter&iacute;stica organol&eacute;ptica que seg&uacute;n Marriott N. es la m&aacute;s relevante para el consumidor al momento de decidir la compra por influir en la satisfacci&oacute;n de ellos. Sa&ntilde;udo coincidi&oacute; en ello al decir que los dem&aacute;s atributos de la carne pueden ser percibidos a partir de determinados umbrales de terneza. (Sa&ntilde;udo, 1992) El consumidor sostiene que la carne de animales livianos y j&oacute;venes posee una terneza superior a los animales pesados, sin embargo numerosa bibliograf&iacute;a, trabajos t&eacute;cnicos y experiencia internacional demuestran que la terneza es una caracter&iacute;stica no solamente asociada a la edad y el peso de los animales, sino que est&aacute; fuertemente influenciada por otros factores como la gen&eacute;tica, las pr&aacute;cticas de bienestar animal, la faena y la maduraci&oacute;n de la carne. A igual raza o cruzamiento, la gen&eacute;tica controla alrededor del 30% de la variaci&oacute;n de la terneza en carnes bovinas, mientras que el 70% de la variaci&oacute;n es explicada por los factores o condiciones ambientales de cr&iacute;a, desarrollo e industrializaci&oacute;n, mientras que para animales de diferentes razas la variaci&oacute;n gen&eacute;tica de la terneza es del 46% y el restante 54% de la terneza es influenciado por el ambiente. (Teira G. A., 2004) La terneza es un par&aacute;metro variable, las causas tienen relaci&oacute;n con factores gen&eacute;ticos, condiciones ambientales y el proceso industrial que incluye el tratamiento pre y post-mortem aplicado a la carcasa y a los cortes c&aacute;rnicos. Podr&iacute;a verse influenciada controlando los factores ambientales que incluyen: tipo y tiempo de alimentaci&oacute;n, estr&eacute;s, refrigeraci&oacute;n de medias reses, maduraci&oacute;n post-mortem, m&eacute;todos de cocci&oacute;n de la carne y temperatura final. Adem&aacute;s de incluir la selecci&oacute;n de razas, factor que es m&aacute;s complicado porque demanda un mayor lapso de tiempo en su implementaci&oacute;n. (Teira G. A., 2004) La terneza es una caracter&iacute;stica no solamente asociada a la edad y el peso de los animales, sino que est&aacute; fuertemente influenciada por otros factores como la gen&eacute;tica, las pr&aacute;cticas de bienestar animal, la faena y la maduraci&oacute;n de la carne. Evaluaci&oacute;n de la Terneza Para evaluar la terneza se diferencian 2 metodolog&iacute;as que el INTI lleva a cabo dentro del &aacute;rea de vida &uacute;til y an&aacute;lisis sensorial: 1. La evaluaci&oacute;n instrumental: usualmente se utiliza para esta determinaci&oacute;n aplicando la norma ASTM F2925 &ndash; 11 que establece dos clasificaciones de terneza a los cortes c&aacute;rnicos coccionados a una temperatura definida en la norma sobre la cual se aplica el ensayo usando el m&eacute;todo Warner-Bratzler. Esta norma permite la clasificaci&oacute;n y certificaci&oacute;n utilizada por el USDA de carnes &ldquo;tiernas&rdquo; y &ldquo;muy tiernas&rdquo; para el mencionado atributo 2. Evaluaci&oacute;n Sensorial: la utilizaci&oacute;n de paneles sensoriales entrega resultados confiables que coinciden con la realidad y se correlacionan con la determinaci&oacute;n instrumental en un 78%. Esta metodolog&iacute;a permite evaluar la aceptaci&oacute;n global que el alimento tendr&aacute; para el consumidor, siendo el costo superior al an&aacute;lisis instrumental (Teira G. A., 2004), por tal motivo se utiliza con menor frecuencia. En conclusi&oacute;n, es necesario que las condiciones pre-mortem y durante la faena respeten el bienestar animal para obtener un producto de calidad que el consumidor puede percibir y genere confianza para asegurar el consumo nuevamente, ya que los principales atributos que afecta el bienestar son el color de los cortes y la terneza, entre otros.