Producción • BIENESTAR ANIMAL

Impacto Ambiental de la producción de carne bovina

Los efectos que genera la ganadería en el ambiente es un punto crítico que provoca mucha controversia entre los consumidores, por ello es necesario realizar una mirada integral de todos los factores, no solo de la huella de carbono o del agua, a través del Análisis de Ciclo de Vida.  

  • 16/09/2021 • 15:00

Por: Dr. Ing. Agr. Javier Martín Echazarreta, Director del Centro Carnes. INTI 

Fotos: pxhere

En la actualidad, existe un creciente interés por el estudio de los impactos ambientales relacionados con la producción de carne bovina. En este sentido la metodología con mayor aceptación es el Análisis de Ciclo de Vida (LCA por sus siglas en inglés) descripta por la ISO 14.040/14.044. Esta norma posibilita obtener información acerca de la sustentabilidad que poseen los sistemas productivos y sus impactos ambientales potenciales. Esta valoración permite asegurar una mejora continua en los procesos y/o productos, reduciendo los efectos en el ambiente.

En este sentido, los dos impactos ambientales más divulgados son la huella de carbono y la huella de agua que establece la metodología para el cálculo de la denominada “water scarcity” o escasez de agua. Sin embargo, cuando se realiza el análisis de ciclo de vida es necesario contemplar, además, los siguientes impactos: acidificación potencial, eutrofización potencial, formación fotoquímica de Ozono, agotamiento de recursos abióticos materiales y recursos abióticos fósiles.

Respecto a la huella de carbono, tenemos dos componentes significativos en el caso de la producción de cárnica bovina. El primero son las emisiones de metano, en especial aquellas de origen entérico que se deben a metabolismo ruminal y las que corresponden al cambio del uso del suelo que, en la mayor parte de los casos bajo estudio en la Argentina, no es significante debido a que la mayor actividad ganadera se lleva a cabo en el ámbito de la Región Pampeana o en zonas donde no se desmonta para la cría del ganado bovino, donde este indicador es inexistente. Por otro lado, en la producción agrícola que tiene una influencia significativa sobre la producción de alimento para el ganado en los procesos de terminación, ocurre el efecto mencionado anteriormente.

En relación con la reducción de la fermentación entérica lo importante, según los profesionales, es brindar un forraje de buena calidad con el mayor potencial de conversión posible a los efectos de que el animal crezca y se desarrolle en condiciones óptimas, fenómeno que acorta al mínimo los plazos productivos generando una carne de calidad con reducido impacto ambiental.

Dentro de las emisiones restantes, se encuentra la generación de energía para diferentes actividades productivas, primaria e industrial, a partir de la ignición de combustibles fósiles que incluye los diferentes eslabones dentro de los cuales podemos nombrar el transporte. En la actualidad existe una tendencia a una reducción, y en especial con el desarrollo de otro tipo de tecnologías que permiten la modificación de la composición de la matriz energética tradicional apoyada fundamentalmente sobre la generación de energía a partir de la combustión de derivados de origen del petróleo, gas o carbón, entre otros.

La incorporación del concepto de energía circular y la utilización de otros productos, subproductos y/o coproductos y desechos, permite disminuir su consumo posibilitando a la industria reducir este indicador considerablemente. Por ejemplo, el aprovechamiento del metano en plantas de tratamiento de efluentes reduce las emisiones a la atmósfera y posibilita el abastecimiento energético de las plantas industriales de energía.

Debido a lo expuesto en los párrafos anteriores, y entendiendo que algunos autores son críticos de los impactos ambientales que genera la ganadería bovina en los ambientes ya que solamente hacen foco en la huella de carbono o en el calentamiento global potencial, es importante aclarar que esta mirada es parcial. Debe complementarse con los restantes impactos ambientales, los cuales no debieran ser críticos para la ganadería bovina como sí lo son para otros procesos productivos. Es decir, que el análisis debe ser integral y no solo parcial enfocado en un indicador, ya que puede ocasionar descripciones erróneas sobre los sistemas productivos y los bienes que recibe el consumidor a cambio.

Aunque no se identifiquen rápidamente factores productivos en la actividad primaria como porcentaje de preñez, porcentaje de destete, la mortandad y el peso a la faena y desbaste, y el aseguramiento de la calidad de forraje, todos ellos tienen un efecto considerable en el cálculo final de las emisiones de gases de efecto invernadero de un kilogramo de carne bovina. Ya que, un mayor porcentaje productivo aguas arriba del sistema de la carne permite reducir el porcentaje de incidencia que poseen los progenitores dentro de las emisiones. Esto es muy relevante y se debe tener en cuenta; ya que todos los análisis de ciclo de vida conforme a la ISO 14.040/44 incluyen el porcentaje de incidencia de los progenitores al momento de realizar los cálculos de los diferentes indicadores, entre ellos las emisiones de gases de efecto invernadero.

La acidificación potencial y eutrofización potencial, en general, con el sistema productivo argentino no es considerada crítica, ya que los sistemas productivos en su mayoría son de índole extensivo y el engorde o terminación a corral es por un plazo corto, lo cual en algunos casos reduce las emisiones de gases de efecto invernadero por la mejora en el índice de conversión de alimento en carne, mientras que los procesos de acidificación potencial y eutrofización pueden ser reducidos con diferentes prácticas tecnológicas de bajo costo descriptas para que los impactos potenciales no tengan un efecto puntual y el ecosistema pueda absorber sin mayores problemas las acciones de origen antrópicas. Esto es una ventaja frente a otros sistemas productivos en otros países que, por su intensificación, pueden provocar impactos ambientales más elevados.

En este sentido, el INTI está trabajando en las aplicaciones tecnológicas, medición y cálculos de los diferentes impactos ambientales desde hace algunos años con diferentes organizaciones y empresas con el objetivo de comunicar su importancia e informar a los sectores productivos y a los consumidores acerca de los diferentes indicadores. Es por ello que al transformase en Hub Regional de EPD le permite asistir a las empresas en la declaratoria ambiental de los productos, como lo es por ejemplo la carne bovina.