Por: Dra. Isara Ram&iacute;rez, encargada del Departamento de Inspecciones en UBI Meat Experts in Quality Assurance. Fotos: pxhere El consumo de alimentos tiene como fin satisfacer una necesidad biol&oacute;gica. La salud en funci&oacute;n de los alimentos puede ser definida como el desarrollo pleno de las capacidades gen&eacute;ticas, tanto en el plano f&iacute;sico como intelectual. Las carencias de nutrientes esenciales en la ingesta diaria, reduce el rendimiento f&iacute;sico y ps&iacute;quico, desciende el rendimiento intelectual; influye en el crecimiento, fertilidad, as&iacute; como en los &iacute;ndices de morbi-mortalidad y en la expectativa de vida. La carne es un alimento muy bien aprovechado por el organismo humano, porque es casi completamente digerida (97% de las prote&iacute;nas y 96% de las grasas). Lo mismo ocurre con el consumo de v&iacute;sceras, como los ri&ntilde;ones, h&iacute;gado y coraz&oacute;n, son muy bien aprovechadas por el organismo no solo por el contenido mineral y vitam&iacute;nico, sino tambi&eacute;n por sus prote&iacute;nas de alta calidad (Fern&aacute;ndez, 1991). Constituye un alimento de alto valor biol&oacute;gico, excelente fuente de micronutrientes que a menudo son limitantes en la dieta, por lo que su consumo es fundamental para responder a las necesidades nutricionales de impacto en la salud (Alfaia et al., 2013; Saadoun y Cabrera, 2012; Williamson et al., 2005; McNeill y Van Elswyk, 2012). De acuerdo con la FAO, las necesidades nutricionales son las cantidades de energ&iacute;a y nutrientes esenciales que se requieren para lograr que un organismo se mantenga sano y pueda desarrollar sus variadas y complejas funciones. Estas necesidades dependen de la edad, sexo, actividad f&iacute;sica y estado fisiol&oacute;gico (embarazo o lactancia, por ejemplo). Composici&oacute;n de la carne Prote&iacute;nas de alto valor biol&oacute;gico: ocupan un lugar relevante en la composici&oacute;n de la carne, puesto que su porcentaje es mayor al de otros alimentos. Adem&aacute;s, poseen todos los amino&aacute;cidos esenciales, es decir, los que el cuerpo no puede producir y son necesarios para su correcto funcionamiento. La principal funci&oacute;n de las prote&iacute;nas es fabricar tejidos, regenerarlos y renovarlos continuamente, promoviendo el crecimiento. Adem&aacute;s de su funci&oacute;n pl&aacute;stica, las prote&iacute;nas act&uacute;an como hormonas (mensajeros qu&iacute;micos) cuyo fin es influir en la funci&oacute;n de otras c&eacute;lulas, las enzimas (catalizadores de reacciones qu&iacute;micas), e intervienen en el transporte de sustancias a trav&eacute;s de la sangre y otros fluidos corporales. Los amino&aacute;cidos, por su parte, tienen funciones propias: algunos act&uacute;an como neurotransmisores, otros son precursores del material gen&eacute;tico (ADN y ARN), entre otros. <p style="text-align: center;"> La Organizaci&oacute;n Mundial de la Salud (OMS), recomienda un consumo de 0,8 gramos de prote&iacute;na por cada kilogramo de peso del individuo. La ingesta diaria de prote&iacute;nas en personas sanas debe ser adecuada a la edad y estado fisiol&oacute;gico del individuo, ya que hay momentos de la vida en que el organismo necesita un mayor aporte para crecimiento y mantenimiento de tejidos, como sucede en la infancia, la adolescencia y el embarazo. Vitaminas: la importancia nutricional de la carne como portadora de vitaminas se basa principalmente en los contenidos en vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B5, B6 y B12), adem&aacute;s ciertos cortes grasos y v&iacute;sceras tambi&eacute;n nos aportan vitaminas liposolubles, especialmente vitamina A. &ldquo;La principal funci&oacute;n de las prote&iacute;nas es fabricar tejidos, regenerarlos y renovarlos continuamente, promoviendo el crecimiento&rdquo; Minerales: la carne presenta minerales necesarios para el organismo, entre los que destacan el hierro y el f&oacute;sforo por su relevancia nutricional. Aunque seg&uacute;n la raza y corte vamos a encontrar m&aacute;s minerales como el selenio, zinc, potasio o magnesio, entre otros. La cantidad de hierro aportada por la carne de vaca (3 mg de Fe cada 100 gramos de carne aproximadamente) es mayor que la de las carnes blancas, siendo el doble que la de pollo y el triple que el pescado. Posee adem&aacute;s una gran ventaja nutritiva, ya que es absorbido con mayor eficiencia que el hierro proveniente de los vegetales (McGee, 2017). Grasa: la grasa es el componente m&aacute;s variable, su contenido oscila aproximadamente entre 1,5 al 13%. Seg&uacute;n el contenido de grasa, las carnes se pueden clasificar en extra magra (hasta un 5%), magra (hasta 10%) y grasa (hasta un 30%). La grasa que se encuentra asociada al tejido conjuntivo localizado entre los grupos de fibras musculares (grasa intramuscular) es responsable del veteado o marmorizaci&oacute;n y presenta grandes diferencias dependiendo del tipo de m&uacute;sculo, especie, raza, tejido, dieta e influencias medioambientales. Las grasas resultan imprescindibles a la hora de determinar su calidad, ya que su concentraci&oacute;n y la composici&oacute;n de cada una de las fracciones lip&iacute;dicas influyen de manera importante en sus propiedades organol&eacute;pticas (textura, jugosidad, sabor, aroma, color, entre otros, de los alimentos cocinados). La ventaja de una dieta con carne es que aporta con mayor facilidad la cantidad y variedad necesaria de amino&aacute;cidos esenciales. El contenido de grasas de la carne depende de las especies de animales, el corte elegido, el cuidado durante la fase de crecimiento, los alimentos ofrecidos durante esa fase y los m&eacute;todos de cocci&oacute;n. La grasa en la carne tiene dos efectos, por un lado realza los sabores y por otro es un medio de transporte de las vitaminas liposolubles que existen en la carne. Desde el punto de vista nutricional la carne aporta otros compuestos nitrosos diferentes de las prote&iacute;nas, tal y como puede ser la creatina. Su importancia fisiol&oacute;gica viene de la mano de su rol a la hora de mantener la disponibilidad energ&eacute;tica para todas las c&eacute;lulas: un consumo de, como m&iacute;nimo, 3g de creatina al d&iacute;a se relaciona con un mejor rendimiento deportivo en ejercicios de alta intensidad y cortos per&iacute;odos de tiempo. Las excelentes propiedades nutricionales de la carne y sus derivados son un gran aliado para mantenerse sano y contar con un sistema inmunol&oacute;gico fuerte, que ayude a combatir diferentes enfermedades, ayudando a mantener nuestras defensas altas y fortalecer nuestro sistema inmunol&oacute;gico, logrando as&iacute; un correcto desarrollo del organismo, y un buen estado de salud y bienestar. M&aacute;s informaci&oacute;n:&nbsp; http://ubibeefinspection.com