Por: Vet. Facundo LLames Massini, Docente Universitario, Auditor NAMI, Asesor T&eacute;cnico Comercial para Agroindustria de LSQA Argentina Fotos: Banco de im&aacute;genes En los &uacute;ltimos a&ntilde;os se ha comenzado a hablar cada vez m&aacute;s frecuentemente sobre el impacto ambiental de la producci&oacute;n de carne bovina, espec&iacute;ficamente. La mayor acusaci&oacute;n que pesa sobre esta especie es su aporte al Efecto Invernadero y, a trav&eacute;s de &eacute;ste, al Calentamiento Global y al Cambio Clim&aacute;tico.&nbsp; La radiaci&oacute;n solar que llega a la Tierra es en parte retenida por diversas mol&eacute;culas presentes en la atm&oacute;sfera y el resto reflejada fuera de ella. La porci&oacute;n absorbida de las radiaciones infrarrojas es la responsable de brindar a la superficie terrestre la temperatura del ambiente en que vivimos. Ese es el Efecto Invernadero (E.I.). El aumento de la concentraci&oacute;n en la atm&oacute;sfera de ciertos gases con la capacidad de absorber las radiaciones infrarrojas provenientes del Sol, ocasiona una mayor absorci&oacute;n y retenci&oacute;n de radiaci&oacute;n infrarroja en la trop&oacute;sfera, los niveles m&aacute;s bajos de la atm&oacute;sfera, aumentando de esta manera la temperatura a nivel de la superficie terrestre. Como este fen&oacute;meno de calentamiento se observa generalizadamente en todo el planeta es conocido como Calentamiento Global (C.G.). El calentamiento de la trop&oacute;sfera provoca cambios en el clima caracterizados por mayor frecuencia de fen&oacute;menos extremos, sequ&iacute;as o inundaciones donde antes no las hab&iacute;a, inviernos m&aacute;s fr&iacute;os, veranos m&aacute;s c&aacute;lidos y derretimiento de los glaciares y hielos polares con elevaci&oacute;n del nivel de los mares. Ese es el llamado Cambio Clim&aacute;tico (C.C.). &ldquo;La producci&oacute;n agropecuaria es responsable del 20% de las emisiones de GEI a nivel mundial y el 35% en la Argentina, aunque s&oacute;lo del 5% del CO2&rdquo; Las mol&eacute;culas, cuya concentraci&oacute;n en la atm&oacute;sfera est&aacute; aumentando, y que resultan responsables del C.G. y del C.C. por exacerbaci&oacute;n del E.I. normal son, entre otras, el Di&oacute;xido de Carbono (CO2) y el Metano (CH4). Estos gases se producen como efecto del metabolismo de los animales, especialmente de los bovinos, en todos los Sistemas de Producci&oacute;n, aunque en algunos m&aacute;s que en otros. De ah&iacute; la mala prensa que en muchos &aacute;mbitos tiene la producci&oacute;n de carne bovina, lo que nos exige una respuesta doble. Por un lado, producir de una manera que genere menos Gases de Efecto Invernadero (GEI) y, por otro, cuantificarlo y demostrarlo a trav&eacute;s de Verificaciones objetivas llevadas a cabo por profesionales independientes con s&oacute;lida formaci&oacute;n cient&iacute;fica espec&iacute;fica en esta tem&aacute;tica. La producci&oacute;n agropecuaria es responsable del 20% de las emisiones de GEI a nivel mundial y el 35% en la Argentina, aunque s&oacute;lo del 5% del CO2. El manejo de los suelos para agricultura, incluyendo la destinada a producir los granos forrajeros que consumir&aacute;n los animales como concentrados energ&eacute;ticos o proteicos en los Sistemas Intensivos de producci&oacute;n animal, es la mayor fuente agropecuaria de GEI. La segunda es la fermentaci&oacute;n digestiva de los alimentos del ganado, siendo la tercera el manejo de las excretas animales y los efluentes. El CO2 es el GEI m&aacute;s abundante en la atm&oacute;sfera por lo que es responsable de casi la mitad del efecto Invernadero y su principal fuente es la combusti&oacute;n de combustibles f&oacute;siles, como los que se usan en la agricultura. El CH4 es 200 veces menos abundante en la atm&oacute;sfera que el CO2 pero dura 10 a&ntilde;os en ella. Sumado esto a su mayor capacidad de absorber las radiaciones infrarrojas, este gas resulta responsable de un 1/6 del E.I. Una mol&eacute;cula de CH4 tiene una capacidad de absorci&oacute;n de radiaciones infrarrojas equivalente a la de 20 mol&eacute;culas de CO2. La principal fuente de Metano es la fermentaci&oacute;n de los alimentos en el aparato digestivo del ganado, mucho m&aacute;s a partir del rumen de los bovinos que del intestino de los cerdos. La fermentaci&oacute;n de los forrajes groseros como pasturas, verdeos, campo natural o heno en forma de fardo o rollo genera casi el doble de CH4 que la fermentaci&oacute;n de forrajes concentrados como los granos. Sin embargo la fermentaci&oacute;n de las leguminosas produce relativamente menos CH4, por lo que su inclusi&oacute;n en la dieta de los animales en sistemas pastoriles contribuye a morigerar la emisi&oacute;n de GEI. <p style="text-align: center;"> La descomposici&oacute;n de las excretas que se acumulan en los sistemas Intensivos de producci&oacute;n genera cantidades significativas de CH4, particularmente si se lleva a cabo en condiciones anaer&oacute;bicas. Las excretas provenientes de la digesti&oacute;n de dietas concentradas ricas en energ&iacute;a tienen una capacidad de producir CH4 casi dos veces superior a las provenientes de la digesti&oacute;n de dietas ricas en fibra. No obstante, as&iacute; como la producci&oacute;n ganadera emite GEI en mayor o menor cantidad seg&uacute;n el Sistema de Producci&oacute;n utilizado, las plantas asociadas a la producci&oacute;n animal fijan CO2 al llevar a cabo la fotos&iacute;ntesis, al tiempo que liberan ox&iacute;geno a la atm&oacute;sfera. Por ello se establece un balance entre los GEI emitidos por los animales durante su digesti&oacute;n y respiraci&oacute;n y por la descomposici&oacute;n de sus excretas con la fijaci&oacute;n fotosint&eacute;tica de CO2 que realizan las plantas de campos naturales, pasturas, verdeos, los &aacute;rboles de las cortinas y montes forestales que ofrecen reparo a la hacienda en los sistemas pastoriles. De esta manera, la emisi&oacute;n neta de GEI debida a la producci&oacute;n de carne bovina puede reducirse e, incluso, m&aacute;s que compensarse, neutraliz&aacute;ndose con la fijaci&oacute;n fotosint&eacute;tica. Esta situaci&oacute;n, que no se da tan marcadamente en los Sistemas Intensivos de Producci&oacute;n Bovina ni en los de producci&oacute;n porcina, puede documentarse, calcularse con bastante precisi&oacute;n y someter a todo el Sistema de Producci&oacute;n, con sus l&iacute;mites bien definidos, a la Verificaci&oacute;n por parte de un experto, con el aval de un Organismo de Certificaci&oacute;n de seriedad y trayectoria internacionalmente reconocidas. As&iacute;, los productores ganaderos pueden medir, gestionar y reducir su Huella de Carbono e, incluso, lograr la Neutralidad de Carbono, lo que implica producir de forma tal que las emisiones de GEI realizadas sean compensadas en su totalidad por la remoci&oacute;n de CO2 atmosf&eacute;rico derivada de la fotos&iacute;ntesis de las pasturas y los recursos forestales asociados a la producci&oacute;n de carne vacuna. &ldquo;As&iacute; como la producci&oacute;n ganadera emite GEI en mayor o menor cantidad seg&uacute;n el Sistema de Producci&oacute;n utilizado, las plantas asociadas a la producci&oacute;n animal fijan CO2 al llevar a cabo la fotos&iacute;ntesis, al tiempo que liberan&nbsp;ox&iacute;geno a la atm&oacute;sfera&rdquo; En esta direcci&oacute;n, a fines de 2021 LSQA verific&oacute; la Neutralidad de Carbono de embarques de carne bovina exportada por el Uruguay. Lo mismo estamos en condiciones de hacer en el resto de Am&eacute;rica. M&aacute;s informaci&oacute;n: https://lsqa.com.uy/Internacional/Argentina/Inicio &nbsp;