Por: Paola Papaleo, Editora General de Contenido revista AmeriCarne Digital Fotos: ICOCA <p style="text-align:center"> La familia Barcos es sin&oacute;nimo de carne e innovaci&oacute;n en Argentina. Hace 25 a&ntilde;os fueron los pioneros en introducir en el pa&iacute;s la gen&eacute;tica japonesa wagyu y desde 2019 volvieron a sorprender con la apertura del Instituto de Ciencias y Oficios de la Carne (ICOCA) y de la Escuela de Sommelier de Carnes. Juan Ignacio Barcos, presidente de ambas entidades educativas, dialog&oacute; con AmeriCarne Digital para contarnos c&oacute;mo desarrollan cada proyecto. <p style="text-align: center;"> AmeriCarne (AC): &iquest;C&oacute;mo nace el Instituto de Ciencias y Oficios de la Carne (ICOCA)? Juan Ignacio Barcos (JIB): ICOCA se form&oacute; en 2019, pero era una idea que ten&iacute;amos desde hace mucho tiempo. Siempre estuvimos conectados con la puesta en valor del producto carne. A trav&eacute;s de la ganader&iacute;a wagyu, al ser una carne con caracter&iacute;sticas diferenciales que tiene clientes con otros niveles de exigencias, nos encontramos con la dificultad de no estar satisfechos al 100% con nuestro deseo de c&oacute;mo el producto debe ser tratado. Siempre junto a mi padre, Luis Barcos, fuimos personas muy interesadas en los oficios. Lo hablamos como una manera muy rom&aacute;ntica diciendo: &ldquo;Qu&eacute; l&aacute;stima que estas cosas se vayan perdiendo&rdquo;, no solo en lo que tiene que ver con la carne sino en todos los aspectos que exceden lo acad&eacute;mico. Entonces, conectando esas dos cosas pensamos en desarrollar alg&uacute;n tipo de formaci&oacute;n que tenga que ver con oficios circundantes a la industria c&aacute;rnica. Oficio es una palabra que tiene que ver mucho con la profesionalizaci&oacute;n de un conocimiento que se adquiri&oacute; de una manera informal, con la puesta en valor de ese saber que si no tiene ese marco lo veo como algo que pasa a tener una falta de reconocimiento. Despu&eacute;s si a nivel educativo se desarrolla un sistema pedag&oacute;gico para brindar ese conocimiento, y se tiene la capacidad de estandarizarlo en cuanto a definir qu&eacute; aptitud profesional adquiere una persona cuando se llama carnicero, nos da la posibilidad de asegurarnos que cumplan ciertos requisitos. En ese sentido, el camino que decidimos emprender fue el de desarrollar y formar una instituci&oacute;n que pueda albergar diferentes cursos de formaci&oacute;n.&nbsp; En paralelo ya ten&iacute;amos pensado el desarrollo de la Escuela de Sommelier de Carnes en la Facultad de Veterinaria en la UBA, que era espec&iacute;ficamente una formaci&oacute;n en an&aacute;lisis sensorial sobre carnes. Siempre vinculado a entender que en un pa&iacute;s donde la carne se trata como un commoditie, empezar a investigar y crear esta mentalidad de que no todos los productos son lo mismo y que esa diversidad que tiene Argentina con los productos c&aacute;rnicos y con la carne como materia prima en s&iacute; misma es lo que hace que sea un pa&iacute;s tan importante como productor. Hay que empezar a entender que nuestro pa&iacute;s produce mucha carne diferente de acuerdo a la zona, la raza, la alimentaci&oacute;n y que no es solo carne.&nbsp; <p style="text-align:center"> AC: &iquest;C&oacute;mo son los cursos y a qui&eacute;nes est&aacute;n dirigidos? JIB: Hay diferentes tipos de formaci&oacute;n dentro de la escuela de Oficios de la Carne. Pueden concurrir personas que ya est&eacute;n en el &aacute;mbito profesional y quieran perfeccionarse o personas de distintos rubros que quieran adquirir conocimientos desde cero. El inter&eacute;s por el producto carne en Argentina es cada vez m&aacute;s importante y el rubro gastron&oacute;mico est&aacute; directamente relacionado con esto. Hoy la carnicer&iacute;a es otra puerta que se abre como especializaci&oacute;n para estos profesionales. La inscripci&oacute;n para las diferentes modalidades que inician en marzo ya est&aacute; abierta en la web https://icoca.com.ar/&nbsp; AC: &iquest;Qu&eacute; se ense&ntilde;a en la Escuela de Sommelier de Carnes? JIB: Existe una escuela en la universidad de Viena en Austria que es el antecedente en el cual nos basamos para la Escuela de Sommelier de Carnes, pero que apunta m&aacute;s a conocimientos t&eacute;cnicos sobre la carne y a los vendedores. En nuestro caso es un curso lectivo que dura 9 meses, donde el 25% de las clases son te&oacute;ricas y el 75% pr&aacute;cticas profesionales de an&aacute;lisis sensorial de carnes de distintos tipos con especialistas. La idea es generar profesionales que sean capaces de describir y tipificar perfiles sensoriales de productos de carne bovina. En las cursadas tenemos gerentes de calidad en frigor&iacute;ficos o supermercados, due&ntilde;os de carnicer&iacute;as boutique o de barrio, amas de casa, o personas que simplemente son amantes de la carne. AC: &iquest;Cu&aacute;les son las tipificaciones que destacan? JIB: Primero tratamos de formar a las personas en la parte anat&oacute;mica para que entiendan que antes de que el animal sea depostado es una pieza anat&oacute;mica con m&uacute;sculos que todav&iacute;a no son cortes de carne. Es importante para entender lo que ven cuando se paran frente a una media res. A su vez, todos los cortes tienen diferentes textura, sabor y terneza seg&uacute;n como est&eacute;n compuestos, d&oacute;nde est&eacute;n ubicados y qu&eacute; funci&oacute;n cumplen a nivel muscular en el animal. Despu&eacute;s nos basamos en los pilares que son color, sabor, terneza, jugosidad, aroma y flavor. Para evaluar todas estas cosas se toman en cuenta el origen, la edad del animal, si es hembra o macho, la raza, su alimentaci&oacute;n, entre otra informaci&oacute;n. Hay un trabajo muy importante de trazabilidad para asegurarnos que las muestras que utilizamos sean lo que decimos y no otra cosa, para ello trabajamos con frigor&iacute;ficos y caba&ntilde;as de diferentes razas. En este caso la nueva cursada comienza a mitad de 2024. AC: &iquest;C&oacute;mo llevan adelante el trabajo de formaci&oacute;n?&nbsp; JIB: Para nosotros el apoyo a trav&eacute;s de las alianzas y convenios es clave. Podemos tener ciertas ideas, pero se necesita el acompa&ntilde;amiento de personas que est&eacute;n conectadas a nivel t&eacute;cnico, acad&eacute;mico, cient&iacute;fico y de la industria, con las distintas &aacute;reas que nosotros vinculamos. Podemos tener muy buenas ideas, pero sin ese conjunto de actores no podr&iacute;amos dar muchos pasos. Los proyectos se fueron llevando a cabo con esa sinergia. As&iacute;, a la escuela de Sommelier de Carnes la hacemos en conjunto con el panel de an&aacute;lisis sensorial de INTA Carnes y la facultad de Veterinaria de la UBA; y para la escuela de carnicer&iacute;a nos formamos en Francia en cuanto a la parte pedag&oacute;gica y tenemos el apoyo de Red Alimentaria, frigor&iacute;ficos, Conalisson, INTI, INTA, Senasa, Ministerio de Agricultura de la Naci&oacute;n y Ministerio de Educaci&oacute;n de la ciudad de Buenos Aires.&nbsp; <p style="text-align:center"> AC: &iquest;De qu&eacute; manera se le puede dar valor agregado a la carne? JIB: Es un trabajo de mucho tiempo porque es entender que no toda la carne es lo mismo, cuando en Argentina es un producto que abunda, por lo que nos hemos acostumbrado a ser un poco negligentes con ese recurso. Para los que trabajamos con la carne es una lucha diaria intentar darle valor agregado. Es una tarea cuesta arriba porque cuando se piensa que todo es lo mismo es muy dif&iacute;cil comunicarle a un argentino, que de por s&iacute; come una calidad de prote&iacute;na animal muy buena por poco dinero, que pague por este bife que es diferente dos, cuatro o diez veces m&aacute;s. En Argentina la carne no es un producto de lujo, pero en el pa&iacute;s hay carne de lujo. Tratar de transmitir eso es una tarea que va de la mano de la puesta en valor y de la identificaci&oacute;n de los distintos productos de carne que existen. Al mismo tiempo las carnes de acuerdo a sus precios, calidad, origen y el destino de consumo, tienen que tener un tratamiento y un trabajo en planta diferente, un menor desperdicio, un envasado y una presentaci&oacute;n diferente. Tiene que tener una terminaci&oacute;n en el corte, un trabajo en sala de despiece correspondiente a la calidad de ese producto, as&iacute; como un envasado y un aspecto est&eacute;tico que se condigan con esa calidad. El valor agregado que le da el productor en el campo tiene que estar traducido tambi&eacute;n en todos esos aspectos. El producto por s&iacute; solo, ante la falta de conocimiento, no lo comunica todo. Por lo que debe hacerse a trav&eacute;s de su presentaci&oacute;n, est&eacute;tica, el trabajo para tener la menor cantidad de desperdicio, as&iacute; como la manera de recuperar ese desperdicio a trav&eacute;s de la transformaci&oacute;n en subproductos y la creatividad al momento de trabajar la media res. Toda esta creatividad debe estar puesta en lograr una mejor integraci&oacute;n de los cortes y sub-cortes de la carne. AC: &iquest;C&oacute;mo ves al consumidor respecto a estas nuevas tendencias? JIB: Creo que la informaci&oacute;n debe ser constante desde un punto de vista pedag&oacute;gico y no excluyente. Hay que empezar a brindar conocimiento acerca de las carnes sin bajar l&iacute;nea de qu&eacute; est&aacute; bien y que no. Simplemente brindar informaci&oacute;n clara y real para que la gente, de acuerdo a su necesidad y su posibilidad, elija qu&eacute; producto consumir, en d&oacute;nde comprarlo y de qu&eacute; manera utilizarlo.&nbsp; AC: A trav&eacute;s de Barcos &amp; Sons fueron los primeros en ingresar la gen&eacute;tica wagyu a Argentina &iquest;C&oacute;mo es la producci&oacute;n?&nbsp; JIB: Este a&ntilde;o cumplimos 25 a&ntilde;os con la ganader&iacute;a wagyu. Comenz&oacute; mi padre, Luis Barcos, y yo siempre estuve ligado a este proyecto. Fuimos los primeros en traer esta gen&eacute;tica a trav&eacute;s de semen y embriones. Hoy producimos todos nuestros novillos en el sur de Entre R&iacute;os. <p style="text-align:center"> Wagyu es una gen&eacute;tica japonesa. Nosotros trajimos esa gen&eacute;tica 100% japonesa de un productor japon&eacute;s que est&aacute; en Canad&aacute;. Tenemos un plantel de 100 madres y producimos 80 novillos al a&ntilde;o, haciendo faenas que responden a la estacionalidad porque producimos dentro de una reserva natural. Tambi&eacute;n trabajamos en otros campos fuera de la reserva que son libres de agroqu&iacute;micos. Por lo que dependemos de los factores naturales para disponer de pasto y granos para terminar a nuestros animales, por eso hablamos de faenas estacionales. El 60 0 70% del a producci&oacute;n se comercializa en el exterior, el resto en el mercado local. Hacemos unas cuatro faenas anuales, todo el alimento y los animales se producen en nuestros campos. En ese contexto somos un proyecto &uacute;nico en el mundo. Siempre nuestra idea fue producir un wagyu diferente, no que intente acercarse a un wagyu japon&eacute;s sino producir lo que llamamos el wagyu argentino que es un producto de caracter&iacute;sticas c&aacute;rnicas particulares. Buscamos aportarle las caracter&iacute;sticas del wagyu a la carne argentina, brind&aacute;ndole infiltraci&oacute;n de grasa que es la principal caracter&iacute;stica de la raza, una calidad y untosidad diferente, dulzor, contenido de &aacute;cidos grasos particulares que la hacen soluble a baja temperatura y muy digerible. Siempre estamos en la b&uacute;squeda de calidad y no en crecer en cantidad.&nbsp; &nbsp;