<p dir="ltr">Por: INTA &nbsp; <p dir="ltr">Las aves son indicadoras de los cambios ambientales ya que cumplen funciones esenciales en los ecosistemas, como la polinizaci&oacute;n, la dispersi&oacute;n de semillas que permite la regeneraci&oacute;n de los bosques, el control biol&oacute;gico, y el consumo de carro&ntilde;a, entre otras. En los bosques, mantener una diversidad de aves que cumplan m&uacute;ltiples funciones contribuye a su sostenibilidad, tanto desde el punto de vista ambiental como econ&oacute;mico y social. <p dir="ltr">Por ello, un equipo de investigaci&oacute;n del INTA Paran&aacute; -Entre R&iacute;os- en articulaci&oacute;n con investigadores del CONICET -CICyTTP Diamante- estudiaron el tema y encontraron que tanto la estructura del bosque como la intensidad del pastoreo son factores determinantes para mantener la diversidad de aves. Y es clave retener bosques maduros y realizar un pastoreo a intensidades moderadas, para minimizar la degradaci&oacute;n del ambiente y la p&eacute;rdida de diversidad de aves. <p dir="ltr">Noelia Calamari -investigadora del INTA Paran&aacute;- explic&oacute; que &ldquo;el equipo de investigaci&oacute;n que abord&oacute; el estudio de aves forma parte de un trabajo interdisciplinario, integrado por investigadores y extensionistas especialistas en aspectos productivos y ambientales, que busca contribuir con conocimientos y tecnolog&iacute;as que posibiliten a los productores incrementar la productividad del sistema, aplicando tecnolog&iacute;as disponibles, la mayor&iacute;a de las cuales son tecnolog&iacute;as de proceso, de bajo costo econ&oacute;mico&rdquo;. Y agreg&oacute;: &ldquo;Esta estrategia permitir&aacute; que los sistemas productivos sean m&aacute;s resilientes frente a los cambios clim&aacute;ticos y que los productores obtengan un producto diferencial para acceder a mercados internacionales cada vez m&aacute;s exigentes de alimentos producidos de manera m&aacute;s amigable con el ambiente&rdquo;. <p dir="ltr">Los bosques constituyen importantes reservorios para la biodiversidad del planeta, albergan m&aacute;s del 75% de las especies terrestres del mundo. A su vez, estos ecosistemas con su biodiversidad asociada generan m&uacute;ltiples contribuciones para las personas ya que proveen madera, carne, energ&iacute;a y espacios para recreaci&oacute;n, entre otros. <p dir="ltr">Un tipo de bosques, llamados bosques xer&oacute;filos o bosques secos, se encuentran en regiones &aacute;ridas o semi&aacute;ridas con poca precipitaci&oacute;n y alta evaporaci&oacute;n. No obstante, &ldquo;en Entre R&iacute;os, a pesar de tener una precipitaci&oacute;n media anual en torno a los 1000 mil&iacute;metros, la presencia de estos bosques se debe a una combinaci&oacute;n de factores ambientales, ed&aacute;ficos, topogr&aacute;ficos e hist&oacute;ricos que limitaron la disponibilidad de agua para las plantas&rdquo;, aclar&oacute; Calamari. <p dir="ltr">La investigaci&oacute;n del INTA, publicada en la revista Agriculture, Ecosystems and Environment, resalta la necesidad de encontrar un equilibrio entre la producci&oacute;n ganadera y la conservaci&oacute;n de las aves en los bosques xer&oacute;filos. El estudio sugiere que la conservaci&oacute;n de bosques maduros con &aacute;rboles de gran tama&ntilde;o y una cobertura herb&aacute;cea alta puede beneficiar tanto a las aves como a la producci&oacute;n ganadera al proporcionar sombra, refugio y forraje para el ganado. <p dir="ltr"> <p dir="ltr">Espinal entrerriano <p dir="ltr">Los bosques proporcionan beneficios fundamentales para el bienestar de las personas, como el acceso al agua y aire limpios, la regulaci&oacute;n del clima, la dispersi&oacute;n de semillas para mantener los bosques, la polinizaci&oacute;n de los cultivos y el control natural de especies, entre otras m&uacute;ltiples funciones. <p dir="ltr">En Entre R&iacute;os, estos bosques se encuentran, fundamentalmente, en la ecorregi&oacute;n del Espinal y se caracterizan por la presencia, de especies arb&oacute;reas como el &ntilde;andubay, algarrobo negro y espinillo -Neltuma affinis, Neltuma nigra y Vachellia caven-, entre otras. <p dir="ltr">En el caso de la ganader&iacute;a, el pastoreo del ganado vacuno en los bosques xer&oacute;filos, genera cambios en la vegetaci&oacute;n que sin un manejo planificado puede conducir a estados degradados del bosque, y en consecuencia, incidir en la diversidad y composici&oacute;n de las aves, ya sea en t&eacute;rminos taxon&oacute;micos como funcionales. Tanto la estructura del bosque como la intensidad del pastoreo son factores determinantes para las aves, siendo clave tanto el mantenimiento de bosques maduros como un pastoreo moderado, entre otros factores, para minimizar la degradaci&oacute;n del ambiente y la p&eacute;rdida de diversidad de aves. <p dir="ltr">En el estudio del INTA se analizaron las comunidades de aves en predios ganaderos del Espinal entrerriano, donde se registraron 125 especies, tres amenazadas de extinci&oacute;n. El cardenal amarillo -Gubernatrix cristata- y el &ntilde;and&uacute; -Rhea americana- est&aacute;n amenazadas a escala nacional y mundial, y el batit&uacute; -Bartramia longicauda- amenazado a escala nacional. Por este motivo, &ldquo;mantener una diversidad de aves con alta variedad de funciones permite que a largo plazo el bosque sea m&aacute;s resiliente a cambios ambientales. Y, consecuentemente, sea m&aacute;s sostenible en el tiempo tanto desde el punto de vista ambiental como econ&oacute;mico y social, ya que puede brindar m&uacute;ltiples funciones de inter&eacute;s para las personas&rdquo;, puntualiz&oacute; Calamari&ldquo;. La investigadora afirma que &ldquo;altas intensidades de pastoreo, la arbustizaci&oacute;n, y una disminuci&oacute;n en la cobertura del dosel y densidad de &aacute;rboles disminuyen la diversidad funcional al reducirse la disponibilidad de recursos para las aves&rdquo; y explica que &ldquo;por el contrario, los bosques con &aacute;rboles maduros conservan una comunidad de aves diversificada en t&eacute;rminos de rasgos funcionales que contribuir&iacute;an a la persistencia del bosque y aportar&iacute;an beneficios para la producci&oacute;n ganadera&rdquo;. <p dir="ltr">Por lo tanto, se recomienda mantener bosques con alta cobertura del dosel, &aacute;rboles maduros y alta cobertura de herb&aacute;ceas junto con cargas ganaderas intermedias para conservar una diversidad funcional y taxon&oacute;mica de aves alta que podr&iacute;a garantizar la funcionalidad del ecosistema. <p dir="ltr"> <p dir="ltr">Mantener la biodiversidad en nuestros bosques <p dir="ltr">Para que los bosques nativos con ganader&iacute;a integrada desempe&ntilde;en un papel beneficioso tanto en la producci&oacute;n como en la conservaci&oacute;n de la biodiversidad, es crucial gestionar pr&aacute;cticas de manejo ganadero planificado que evite o minimice los potenciales impactos negativos sobre la biodiversidad. <p dir="ltr">La posici&oacute;n geogr&aacute;fica estrat&eacute;gica del Espinal entrerriano, donde convergen caracter&iacute;sticas de otras regiones como la chaque&ntilde;a, pampeana y la regi&oacute;n del Delta e Islas de los r&iacute;os Paran&aacute; y Uruguay, facilita la coexistencia de una biodiversidad muy alta. <p dir="ltr">&ldquo;Esta particularidad, junto con la inexistencia de parques nacionales que preserven los ambientes con m&iacute;nima intervenci&oacute;n humana, requiere que el uso de los bosques se realice minimizando el impacto ambiental de las pr&aacute;cticas de uso y manejo. Entre ellas, se destaca la producci&oacute;n ganadera extensiva como actividad econ&oacute;mica principal en estos bosques, generando oportunidades &uacute;nicas para propiciar la coexistencia sostenible de la ganader&iacute;a y la biodiversidad&rdquo;, puntualiz&oacute; Calamari. <p dir="ltr">La ganader&iacute;a extensiva en campo natural es m&aacute;s compatible con el cuidado de la biodiversidad que otras actividades agropecuarias que realizan transformaciones m&aacute;s profundas en los ambientes. <p dir="ltr">Las pautas de manejo que recomienda el INTA incluyen: el mantenimiento o promoci&oacute;n de la heterogeneidad de ambientes y de la vegetaci&oacute;n dentro del predio, la rotaci&oacute;n planificada del rodeo con &aacute;reas de descanso temporales de pastoreo, el ajuste en la carga animal en funci&oacute;n de la disponibilidad forrajera, la identificaci&oacute;n y protecci&oacute;n de &aacute;rboles maduros y renovables de especies clave del bosque, la protecci&oacute;n de &aacute;reas cr&iacute;ticas de reproducci&oacute;n y refugio de especies de la fauna silvestre. <p dir="ltr">En general, los ambientes donde se realiza ganader&iacute;a en bosques xer&oacute;filos se encuentran degradados por sobrepastoreo al exceder la carga ganadera recomendada. En este estudio se registraron predios con cargas de 1 EV/ha -equivalente vaca por hect&aacute;rea- e incluso superiores, las cuales son mayores a la capacidad de carga del sistema, calculada en funci&oacute;n de su productividad forrajera (0,6 EV/ha). Calamari indic&oacute; que &ldquo;seg&uacute;n los resultados, una elevada carga ganadera junto con la proliferaci&oacute;n de arbustos y la disminuci&oacute;n de la densidad y cobertura arb&oacute;reas redujeron la diversidad de las aves al empobrecer los recursos de nidificaci&oacute;n, alimentaci&oacute;n y h&aacute;bitat&rdquo;. Adem&aacute;s, indic&oacute; que &ldquo;los bosques con &aacute;rboles maduros y menor carga ganadera conservaron una comunidad de aves m&aacute;s diversa, con especies que contribuyen a la persistencia del bosque y benefician, al mismo tiempo, a la producci&oacute;n ganadera&rdquo;.&nbsp; <p dir="ltr">Por lo tanto, el equipo de investigaci&oacute;n promueve la sinergia entre la producci&oacute;n ganadera y la conservaci&oacute;n de aves adecuando la carga ganadera a la capacidad del sistema, propiciando, adem&aacute;s, una distribuci&oacute;n heterog&eacute;nea de la carga en el tiempo y el espacio, por ejemplo, en potreros en pastoreo y potreros en descanso dentro de un predio. <p dir="ltr">Los autores del trabajo son Flavia R. Barzan, del INTA Paran&aacute; y de CONICET; Laura M. Bellis, de la Comisi&oacute;n Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y de la Universidad Nacional de C&oacute;rdoba; Sonia B. Canavelli, del INTA Paran&aacute;; Noelia C. Calamari, del INTA Paran&aacute;; y Sebasti&aacute;n Dardanelli, del Centro de Investigaci&oacute;n Cient&iacute;fica y de Transferencia Tecnol&oacute;gica a la Producci&oacute;n (CONICET-Entre R&iacute;os-UADER). &nbsp;