&nbsp; Por: Chr. Hansen Fotos: Chr. Hansen Estudios recientes indican que un segmento creciente de consumidores intenta tomar sus decisiones de compra basados en lo que est&eacute; de acuerdo con sus valores, y estos impulsores han dado como resultado una demanda por productos alternativos a los de origen animal m&aacute;s alta que nunca: se estima que las alternativas c&aacute;rnicas de base vegetal en particular tendr&aacute;n una tasa compuesta de crecimiento anual de 5.35% durante los pr&oacute;ximos cinco a&ntilde;os1. Este crecimiento en la popularidad de la categor&iacute;a ha tra&iacute;do grandes expectativas y un mayor foco sobre la misma. Se espera que las alternativas c&aacute;rnicas de base vegetal tengan un mejor sabor y apariencia, y sean m&aacute;s sanas que nunca, llevando a un alza de la demanda de opciones refrigeradas que son percibidas como m&aacute;s frescas y saludables que sus contrapartes congeladas. Los consumidores tambi&eacute;n est&aacute;n en la b&uacute;squeda de opciones con menos ingredientes agregados y, en general, se decepcionan por la larga lista de ingredientes y altos niveles de sodio que encuentran en la mayor&iacute;a de los productos de esta categor&iacute;a. Estas preferencias en continua evoluci&oacute;n siguen desafiando a los productores para que ofrezcan las alternativas saludables y amigables con el medioambiente que los consumidores buscan. En particular, las opciones refrigeradas pueden ser m&aacute;s desafiantes para los productores al elaborar y ofrecer sus productos, dados los problemas que existen para mantener su frescura y por su menor vida &uacute;til en comparaci&oacute;n a las opciones congeladas. As&iacute; es que, aplicando el conocimiento en la ciencia y la microbiolog&iacute;a de los alimentos para desarrollar soluciones a fin de producir alimentos m&aacute;s sanos, seguros y deliciosos, surge un cultivo alimentario* dise&ntilde;ado espec&iacute;ficamente para alternativas c&aacute;rnicas de base vegetal que utiliza bacterias vivas -tambi&eacute;n conocidas como &ldquo;bacterias buenas&rdquo;- para mantener los alimentos frescos por m&aacute;s tiempo, sin usar ning&uacute;n ingrediente agregado. <p style="text-align: center;"> Aplicando el ancestral m&eacute;todo de fermentaci&oacute;n a las nuevas alternativas c&aacute;rnicas en el mercado, trabaja compitiendo contra los contaminantes que de otra forma pueden causar deterioro. Sus beneficios son: Mejora de la protecci&oacute;n contra la contaminaci&oacute;n producida por Listeria Monocytogenes. Una mayor vida &uacute;til que brinde a los consumidores m&aacute;s tiempo para disfrutar del producto una vez que lo llevan a sus hogares. Reducci&oacute;n de desperdicio de alimentos debido al deterioro, mejorando su perfil de sustentabilidad. Menor contenido de sodio en general por la menor necesidad del uso de antimicrobianos que generalmente contienen altos niveles de sodio. Mejora en la frescura durante la vida &uacute;til del producto para un sabor m&aacute;s limpio. Cultivos con certificaci&oacute;n vegana que garantizan productos finales aptos para dietas vegetarianas y veganas. Menos ingredientes agregados para una etiqueta m&aacute;s limpia. Esta nueva l&iacute;nea de cultivos, ayuda a los elaboradores de alternativas de base vegetal a descubrir todo lo que es posible hacer con el poder de las bacterias buenas. M&aacute;s informaci&oacute;n: www.chr-hansen.com arinfo@chr-hansen.com Euromonitor 2020. * SafePro&reg; Flora Ctrl 01, el m&aacute;s reciente cultivo alimentario de la gama SafePro&reg; de Chr. Hansen.