<p dir="ltr">Por: M. Dolors Gu&agrave;rdia, Sara Bover Cid, Israel Mu&ntilde;oz, Anna Jofr&eacute;, Berta Torrents-Masoliver <p dir="ltr">IRTA-&Aacute;rea de Industrias Alimentarias. Espa&ntilde;a. <p dir="ltr">&nbsp; La prevenci&oacute;n y la reducci&oacute;n del desperdicio alimentario es una de las prioridades de la UE y constituye uno de los objetivos incluidos en el Plan de Acci&oacute;n para la Econom&iacute;a Circular y en las pol&iacute;ticas de investigaci&oacute;n e innovaci&oacute;n Food 2030 para transformar los sistemas alimenticios y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a alimentos seguros, nutritivos y asequibles para tener una vida saludable.&nbsp; <p dir="ltr">En la UE se estim&oacute; que un 20% de los alimentos se pierden o desperdician (Stenmarck et al. 2016) y seg&uacute;n el estudio realizado por la Comisi&oacute;n Europea, hasta el 10% de los 88 millones de toneladas de desperdicio alimentario anuales estar&iacute;a asociado al marcado de fechas (ICF 2018).&nbsp; <p dir="ltr">En alimentos envasados, el marcado o indicaci&oacute;n de fechas est&aacute; regulado por el Reglamento (UE) N&ordm; 1169/2011 sobre la Informaci&oacute;n alimentaria facilitada al consumidor (FIC) que, en su art&iacute;culo 9, establece que es obligatorio mencionar la fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima o, cuando corresponda, la fecha de caducidad, las cuales se definen como: <p dir="ltr">- Fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima (&ldquo;consumo preferente&rdquo;): fecha hasta la cual el alimento conserva sus propiedades espec&iacute;ficas cuando se almacena de forma correcta y se aplica a alimentos microbiol&oacute;gicamente no perecederos. <p dir="ltr">- Fecha de &ldquo;caducidad&rdquo;: se trata de la fecha hasta la cual el alimento se considera seguro. Seg&uacute;n el Reglamento (UE) N&ordm; 1169/2011, la fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima debe substituirse por la fecha de caducidad en el caso de los alimentos microbiol&oacute;gicamente muy perecederos y que por ello pueden suponer un peligro inmediato para la salud humana, tras un per&iacute;odo corto de tiempo. Superada la &ldquo;fecha de caducidad&rdquo;, el alimento no se considerar&aacute; seguro de acuerdo con lo dispuesto en el art&iacute;culo 14, apartados 2 a 5, del Reglamento (CE) 178/2002. <p dir="ltr">La clave de la distinci&oacute;n entre la fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima o de &ldquo;consumo preferente&rdquo; y la fecha de duraci&oacute;n m&aacute;xima o de &ldquo;caducidad&rdquo; se encuentra en que la primera se relaciona con la calidad del producto, mientras que la segunda con su seguridad alimentaria. As&iacute; pues, la fecha de &ldquo;consumo preferente&rdquo; es una recomendaci&oacute;n y el alimento sigue siendo seguro para el consumidor una vez sobrepasada siempre que se respeten las instrucciones de conservaci&oacute;n, su envase no est&eacute; da&ntilde;ado y mantenga sus caracter&iacute;sticas sensoriales de color, olor, sabor y textura dentro del margen de aceptabilidad, a pesar de no ser las &oacute;ptimas y/o las del alimento reci&eacute;n elaborado. <p dir="ltr">Por el contrario, la fecha de &ldquo;caducidad&rdquo; indica hasta qu&eacute; fecha el alimento se puede consumir con seguridad. Si se ha sobrepasado la fecha de &ldquo;caducidad&rdquo;, el alimento no se debe consumir, ya que se pone en riesgo la salud del consumidor. <p dir="ltr">Algunos elaboradores de alimentos utilizan la fecha de &ldquo;caducidad&rdquo; en lugar de la de &ldquo;consumo preferente&rdquo; como medida de precauci&oacute;n ante la incertidumbre sobre el uso y manipulaci&oacute;n que har&aacute; el consumidor y/o debido a las exigencias del distribuidor. En algunos casos, el marcado de fechas de los alimentos se utiliza para otros usos como, por ejemplo, para facilitar la rotaci&oacute;n de stocks o la trazabilidad (Newsome et al., 2014). Con estos antecedentes, los autores del estudio FUSIONS (ICF et al., 2018) y la Comisi&oacute;n Europea destacaron la necesidad de elaborar directrices t&eacute;cnicas para los elaboradores de alimentos sobre c&oacute;mo elegir el tipo de fecha de marcado y c&oacute;mo establecer la fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima (&ldquo;consumo preferente&rdquo;) o caducidad, ya que este tipo de gu&iacute;as los ayudar&iacute;an a decidir y justificar, utilizando una base objetiva y con criterios cient&iacute;ficos, el tipo de fecha que corresponde a un alimento, as&iacute; como su durabilidad. <p dir="ltr">En el mismo sentido, en un estudio realizado por el IRTA en el a&ntilde;o 2020 por encargo del Departament d&rsquo;Acci&oacute; Clim&agrave;tica, Alimentaci&oacute; i Agenda Rural (DACC), se evidenci&oacute; que, a menudo, las empresas no disponen de un criterio claro ni de una metodolog&iacute;a para establecer la fecha de consumo preferente y, entre los principales resultados, cabe destacar que algunas establecen la durabilidad seg&uacute;n la que presentan productos similares en el mercado; otras, realizan estudios en tiempo real para establecerla y otras utilizan datos bibliogr&aacute;ficos. Con este contexto, el IRTA elabor&oacute;, por encargo del DACC, un documento gu&iacute;a1 cuyo objetivo es ayudar a las empresas alimentarias a identificar cu&aacute;ndo la fecha de consumo preferente es el tipo de fecha apropiada en base a criterios cient&iacute;ficos a partir del &aacute;rbol de decisi&oacute;n elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) con este prop&oacute;sito. Y es, en este contexto que, en el marco del proyecto demostrativo BestDate2, el IRTA ha desarrollado una aplicaci&oacute;n disponible en l&iacute;nea para facilitar el proceso de decisi&oacute;n sobre el tipo de fecha de marcado correcta para cada tipo de alimento (https://bestdate.irta.cat). Tambi&eacute;n, un v&iacute;deo ilustrativo (https://youtu.be/umOKG0kZFlw?si=ccQ2xBjskRvEveJ-) con la aplicaci&oacute;n del &aacute;rbol de decisiones aplicado a las diferentes situaciones posibles que se puede encontrar un operador econ&oacute;mico de la industria alimentaria. <p dir="ltr">A continuaci&oacute;n, se enuncian los principales puntos de la metodolog&iacute;a que se detalla en la gu&iacute;a y el funcionamiento de la aplicaci&oacute;n BestDate para decidir el tipo de fecha de marcado de los alimentos envasados, seguidamente se ilustran los procedimientos sobre c&oacute;mo establecerla. <p dir="ltr">Metodolog&iacute;a para decidir el tipo de fecha de marcado&nbsp; <p dir="ltr">Se trata de aplicar el &aacute;rbol de decisi&oacute;n elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para determinar si el riesgo para la salud del consumidor aumenta durante la vida &uacute;til del alimento debido a la potencial presencia y crecimiento de microorganismos pat&oacute;genos. Para ello, con la herramienta BestDate se valoran cuatro tipos de criterios: <p dir="ltr">La existencia de normativa espec&iacute;fica sobre el tipo de fecha de marcado que requiere el alimento envasado en cuesti&oacute;n o si &eacute;ste est&aacute; exento de indicaci&oacute;n de fecha. <p dir="ltr">Si la distribuci&oacute;n, comercializaci&oacute;n y almacenamiento del alimento envasado se realiza en condiciones de congelaci&oacute;n. <p dir="ltr">Las condiciones de procesado de los tratamientos de esterilizaci&oacute;n, pasteurizaci&oacute;n o pos letalidad que reducen o eliminan microorganismos pat&oacute;genos, as&iacute; como la manipulaci&oacute;n antes del envasado que exponen el alimento a recontaminaciones. <p dir="ltr">Las caracter&iacute;sticas fisicoqu&iacute;micas de la matriz alimentaria determinantes del comportamiento microbiano durante la vida &uacute;til. &nbsp; <p dir="ltr">As&iacute;, ser&aacute; apropiado indicar la fecha de &ldquo;consumo preferente&rdquo; cuando un alimento se comercializa congelado, se procesa de forma que se eliminan los microorganismos pat&oacute;genos y se evita su recontaminaci&oacute;n, o bien las caracter&iacute;sticas del alimento no permiten su crecimiento ni producci&oacute;n de toxinas durante su vida &uacute;til. En este escenario, el riesgo para la salud del consumidor no aumenta durante la vida &uacute;til por lo que el alimento no requiere fecha de &ldquo;caducidad&rdquo;. <p dir="ltr">Los par&aacute;metros y las condiciones del proceso de elaboraci&oacute;n de un alimento, as&iacute; como las caracter&iacute;sticas del producto final, teniendo en cuenta la variabilidad intr&iacute;nseca del producto y proceso, son clave para determinar el tipo de fecha de marcado que le corresponde. A todo ello hay que sumar las condiciones de comercializaci&oacute;n (distribuci&oacute;n y almacenamiento) y conservaci&oacute;n dom&eacute;stica considerando la variabilidad razonablemente previsible. Para establecer objetiva y espec&iacute;ficamente la durabilidad de un alimento, es necesario realizar estudios para validar que las condiciones de procesado y las caracter&iacute;sticas del producto permitan controlar los peligros que se asocian al incremento del riesgo para la salud del consumidor durante su vida &uacute;til.&nbsp; <p dir="ltr"> <p dir="ltr">Procedimiento para establecer la fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima <p dir="ltr">En la segunda etapa, se deben aplicar una serie de criterios y procedimientos para establecer la fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima (&ldquo;consumo preferente&rdquo;). Se indican los factores y par&aacute;metros para que la decisi&oacute;n final de la fecha de duraci&oacute;n m&iacute;nima se base en criterios cient&iacute;ficos. Estos criterios y procedimientos se estructuran de manera secuencial y se propone el abordaje del estudio de vida &uacute;til siguiendo el ciclo cl&aacute;sico de resoluci&oacute;n de problemas que puede dividirse en las siguientes 4 etapas: <p dir="ltr">Etapa 1: Identificaci&oacute;n de las principales causas y factores de deterioro del alimento. Se trata de identificar las causas qu&iacute;micas, bioqu&iacute;micas y/o f&iacute;sicas que ocasionan el deterioro del alimento considerando que habitualmente &eacute;ste se produce de forma gradual y puede variar de una unidad a otra. Debido a ello es conveniente aplicar un enfoque probabil&iacute;stico a la medida del atributo o indicador limitante de la vida &uacute;til. <p dir="ltr">Etapa 2: Selecci&oacute;n y planificaci&oacute;n del tipo de estudio o ensayo, establecimiento de los indicadores y l&iacute;mites de aceptabilidad. Se trata de valorar las herramientas y alternativas disponibles para determinar en cada caso el par&aacute;metro y sistema de medida limitante para la aceptabilidad del alimento. Para algunos alimentos existen indicadores espec&iacute;ficos como en el aceite de oliva (Reglamento de Ejecuci&oacute;n (UE) 2022/2105) pero para la mayor&iacute;a podr&aacute; recurrirse a criterios sensoriales (aspecto, olor, sabor/flavor y textura) como principal indicador de la aceptabilidad del alimento. <p dir="ltr">Etapa 3: Ejecuci&oacute;n del estudio de vida &uacute;til. Se planifica y ejecuta el estudio de vida &uacute;til y se establece la durabilidad del alimento teniendo en cuenta que se trata de una duraci&oacute;n m&iacute;nima y no m&aacute;xima, por lo que no requiere la aplicaci&oacute;n de m&aacute;rgenes de seguridad en el valor final. <p dir="ltr">Etapa 4: Verificaci&oacute;n peri&oacute;dica de la fecha de consumo preferente previamente establecida en la etapa 3. Se trata de verificar la durabilidad establecida mediante la informaci&oacute;n aportada por clientes y consumidores de forma peri&oacute;dica o cada vez que se introduzcan cambios en el proceso de elaboraci&oacute;n del alimento. <p dir="ltr">En cuanto a las causas de deterioro de los alimentos microbiol&oacute;gicamente no perecederos se pueden citar las qu&iacute;micas, bioqu&iacute;micas y las f&iacute;sicas; en cuanto a los factores se puede distinguir entre los intr&iacute;nsecos (que dependen de la composici&oacute;n propia del alimento, ej. la aw y el pH) y los extr&iacute;nsecos (que no dependen de la composici&oacute;n propia del alimento, ej. temperatura, composici&oacute;n de gases, exposici&oacute;n a la luz, etc.). <p dir="ltr">Los estudios para establecer la fecha de consumo preferente pueden realizarse en tiempo real o bien en condiciones aceleradas o forzadas: <p dir="ltr">Los ensayos de vida &uacute;til en tiempo real permiten evaluar el alimento en condiciones razonablemente previsibles de conservaci&oacute;n y proporcionan resultados fiables y representativos del producto y condiciones de conservaci&oacute;n. Para alimentos microbiol&oacute;gicamente no perecederos de larga durabilidad, son pruebas que pueden requerir mucho tiempo para su ejecuci&oacute;n. <p dir="ltr">Los ensayos de vida &uacute;til acelerados eval&uacute;an el alimento en condiciones forzadas para determinados factores (por ejemplo, de temperatura, exposici&oacute;n al ox&iacute;geno o a la luz). Requieren, la realizaci&oacute;n de ensayos en diferentes condiciones para obtener un modelo matem&aacute;tico que permita predecir c&oacute;mo se comportar&aacute; el alimento en condiciones normales (no forzadas, aunque habitualmente variables a lo largo de la cadena de subministro). Estos estudios presentan limitaciones, pues en condiciones forzadas pueden darse reacciones que no tienen lugar en condiciones reales, pero permiten responder a preguntas del tipo &iquest;una semana en condiciones aceleradas de temperatura, a cu&aacute;ntas semanas equivale a la temperatura habitual de conservaci&oacute;n? La respuesta a este tipo de preguntas depender&aacute; del tipo de producto y del mecanismo de degradaci&oacute;n. Para ello es de especial utilidad el concepto Q10 que se define como el aumento de la velocidad de reacci&oacute;n cuando la temperatura aumenta 10&deg;C. Se trata de un enfoque predictivo que previamente requiere haber obtenido datos fiables en tiempo real para determinar la velocidad de deterioro en funci&oacute;n de la temperatura. La interpretaci&oacute;n, por ejemplo, de un Q10=2 es que la velocidad de deterioro se duplica cada 10&deg;C. <p dir="ltr">En ambos tipos de estudios (tiempo real y acelerados), los criterios sensoriales son determinantes para fijar el l&iacute;mite hasta cu&aacute;ndo el producto es aceptable desde la perspectiva de calidad. Para ello, pueden utilizarse diferentes t&eacute;cnicas de an&aacute;lisis sensorial que incluyen tanto aquellas que se basan en medidas obtenidas con paneles entrenados y/o expertos (ej. perfil cuantitativo descriptivo) como en las obtenidas con consumidores (ej. estudios de aceptabilidad, de supervivencia).&nbsp; <p dir="ltr">Las medidas obtenidas con paneles entrenados requieren la participaci&oacute;n de catadores expertos en diferentes t&eacute;cnicas sensoriales y tipos de alimentos y normalmente se realizan en un laboratorio de an&aacute;lisis sensorial en condiciones controladas.&nbsp; <p dir="ltr">Las medidas obtenidas con consumidores mediante estudios de supervivencia se basan en una metodolog&iacute;a que centra el establecimiento de la vida &uacute;til en la probabilidad de que los consumidores (representados por un n&uacute;mero determinado de participantes en el estudio) rechacen un alimento a un tiempo determinado de conservaci&oacute;n. En la literatura cient&iacute;fica es frecuente la utilizaci&oacute;n del percentil 50, es decir, el tiempo a partir del cual el 50% de los participantes rechazan el alimento. No obstante, al tratarse de una duraci&oacute;n m&iacute;nima, la fecha de consumo preferente puede fijarse utilizando criterios menos conservadores, por ejemplo, en el percentil 75%. Ser&aacute; decisi&oacute;n del elaborador del alimento determinar la fecha de consumo preferente seg&uacute;n su criterio de calidad, considerando tambi&eacute;n su impacto sobre aspectos &eacute;ticos y de sostenibilidad que una fecha de marcado demasiado corta pueda tener. <p dir="ltr"> <p dir="ltr">Observaciones finales <p dir="ltr">La reducci&oacute;n de excedentes y residuos alimentarios es una actividad indispensable para disminuir el desperdicio de alimentos. El marcado de fechas incorrecto, sobre todo de la fecha de consumo preferente, es una de las razones que impacta negativamente en el desperdicio alimentario y, por ello, es indispensable dotar al sector elaborador de documentos o gu&iacute;as t&eacute;cnicas que le permitan, en primer lugar, seleccionar el tipo de fecha de marcado correcta y, en segundo lugar, realizar estudios de vida &uacute;til para alimentos microbiol&oacute;gicamente no perecederos en los cuales la fecha de consumo preferente sea la adecuada. Tambi&eacute;n es importante que los consumidores conozcan la diferencia entre ambos tipos de fechas de marcado y que act&uacute;en con responsabilidad. <p dir="ltr">En definitiva, una informaci&oacute;n clara y correcta en los envases y una mejor comprensi&oacute;n y utilizaci&oacute;n de la indicaci&oacute;n de la fecha de consumo preferente en los alimentos por parte de todos los agentes implicados en la elaboraci&oacute;n, comercializaci&oacute;n, preparaci&oacute;n y consumo de alimentos puede contribuir a reducir el desperdicio alimentario.&nbsp; <p dir="ltr">Las fechas de marcado deben establecerse mediante estudios de base cient&iacute;fica y los criterios utilizados documentarse mediante estudios espec&iacute;ficos.&nbsp; <p dir="ltr">Referencias <p dir="ltr">1 https://transferencia.irta.cat/wp-content/uploads/2023/10/Finalinforme-dates-marcatge-IRTA-2023-CAT-print-12-abril-final-003.pdf <p dir="ltr">https://agricultura.gencat.cat/web/.content/04-alimentacio/malbaratament-alimentari/enllacos-documents/fitxers-binaris/informe-dates-marcatge-IRTA-novembre-2022.pdf&nbsp; &nbsp; <p dir="ltr">2 BestDate: Ayudas a actividades de demostraci&oacute;n (convocatoria 2021). Actividad financiada a trav&eacute;s de la operaci&oacute;n 01.02.01 de Transferencia Tecnol&oacute;gica del Programa de desarrollo rural de Catalunya 2014-2022. &nbsp;